Para el próximo encuentro del martes 12 de marzo, ya tenemos cartel

Cada poema es único. Cada poeta también lo es

«Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro».

Octavio Paz

primera sesión de POEMARTES

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Dice un refrán popular que “ni te cases ni te embarques en martes y en trece”. Quizás lo que hacemos es embarcarnos en un proyecto de literatura y poesía que puede dar frutos en algún corto o medio plazo. Y comenzar con una cierta timidez una andadura de la que esperamos salir reforzadxs y limpios, más cerca de la poesía de lo que estábamos antes.

Nosotros no quisimos casarnos en martes ni salir a navegar. Era martes, pero no era trece. Aunque alguno caerá allí, dice Carmen. Por pura necesidad era martes, segundo martes de Febrero, simbólica fecha día anterior al miércoles en que nos vamos a ungir con las cenizas leves del recuerdo -¿quién no lo tiene?- de aquellos lejanos días en los que te depositaban una cruz de sencillas cenizas en la frente.

Yo no quiero acordarme de aquello. “¿De dónde habrán salido?, -me preguntaba-, ¿son cenizas de muerto o rescoldos fríos de la llama?”

Nos convocamos en martes –no en Marte- por una simple cuestión de necesidad laboral. Tal como nos propusimos, hicimos del martes un día de poesía. Convertimos el bar en salón particular, en liceo de hablar y recitar, de dejar que la música reposara bajo la voz de Isabel que la mezclaba con las notas de su guitarra y dejarnos envolver por la poesía entrañable que salía de la dulce y rotunda pasión de Pedro; la inesperada interpretación de poemas en francés y la posterior y delicada canción que nos dedicó la amiga de Manuel, (imposible ahora recordar su nombre), poniendo la nota de exotismo transportándonos con su música y sus instrumentos  africanos, fue algo digno de resaltar, que hago emocionándome con el recuerdo.

El recitado dramatizado de un poema de Rafael de León en la voz de una señora espontánea que surgió del calor y del tono, también fueron recibidos con un entrañable respeto y el correspondiente aplauso.

Los que habíamos depositados los poemas en la urna destinada a tal fin, escogimos al azar y leímos lo que nos tocó en suerte. El azar nos deparó también la lasciva palabra de Quevedo y la mística terrenal de san Juan de la Cruz; la voz de Lola Crespo interpretando con música un poema de Carmen Ramos, un Haiku en la voz del no poeta, según él mismo decía, Dani. Dejamos para la sorpresa de Carmen Herrera que pudimos ver en su asombrado rostro, un ligero recorrido por parte de su obra en señal de agradecimiento por todo su trabajo y colaboración.

La tarde transcurrió como estaba prevista. Tomamos una copa de vino, llegaron más amigos, se fueron yendo otros, hicimos planes para la nueva jornada dentro de un mes que estaremos esperando a José Luis Campal para hablar de Cernuda y decir los versos del Poeta que murió en el exilio hace cincuenta años. Es bueno tener al tiempo esperando y esperar a que venga para recibirlo.

He procurado ser lo más prosaica posible para comentar esa tarde de poesía, atenerme estrictamente a los hechos. No quiero emocionarme. Para ver y sentir la poesía vengan el próximo martes 12 de marzo, porque les estaremos esperando.

un pensamiento esclarecedor

«La poesía debe escribirse como se comete adulterio: Sobre la marcha, a hurtadillas, a deshora. Y después uno vuelve a casa como si no hubiera pasado nada.»

-Ezra Pound-

Me voy de tí

Me voy de ti
porque solo sin irme me voy,
porque te llevo puesto
como llevas tú el alfiler de tu corbata,
como río con el agua que tú ríes
y hablo con la voz que tú me hablas.

Solo así soy capaz de desgajarme,
de arrancarle la piel a mi naranja.

Sin ti, pero con ti,
por la risa, por la piel y por los ríos.

martes de carnaval

Martes de Carnaval.

Cuando el bar se disfraza de Liceo.

Un martes de febrero

Un martes de febrero, el segundo martes de febrero para más señas 12 de, vamos a abrir las puertas de «El duro sevillano» para recibir a la poesía vestida con un traje amarillo.

A las ocho de la tarde, cuando hayamos acabado la jornada de trabajo y antes de marcharnos a descansar, vamos a permitir que el espíritu navegue por las tranquilas aguas del verbo, con palabras alejadas de la ciénaga y del estercolero.

Una caja a modo de urna de color amarillo estará dispuesta para recibir nuestros poemas. Los dejamos allí doblados con el texto hacia dentro para que nadie sepa a quien pertenece. Y allí iran haciendo una cama de amores diversos y de allí iran siendo extraídos por la mano amiga para ser leidos por alguien qe descubrirá los versos de otro que no es él mismo.

Le daremos vida al ego del otro. Y aquí os queremos ver.

No nos dejeis solas a las dos a las ocho el doce en «El duro sevillano».